Escultores genoveses de finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. A su taller se les atribuye las esculturas de San Servando y San Germán que hay frente a las Puertas de Tierra.
Durante el siglo XVII y sobre todo el siglo XVIII, desde Cádiz se hicieron muchos encargos a los talleres de Génova de retablos y portadas monumentales para las casas palacio. En gran parte debido a la influencia de las familias genovesas afincadas en la ciudad que se mantenían en constante contacto con su patria. Tal fue la proliferación de este tráfico artístico que desde la propia Academia de Bellas Artes de Cádiz se prohibió, a partir de 1797, la importación de obras genovesas, que hacían gran competencia a los escultores locales.